España 4-0 Inglaterra
Ambos equipos plantearon un partido de tú a tú. Dos de las potencias europeas del balompié frente a frente en el terreno de juego del Boris Paichadze Dinamo Arena. Con el objetivo de ganar y esperar al resultado del otro partido del grupo 3 entre Ucrania y la anfitriona, Georgia. Ochenta minutos de juego por una plaza en el Europeo de Eslovenia. Lo cierto es que cada una de las partes fue para un combinado. Inglaterra fue quien más peligro creó al principio del choque. España se hizo única dueña del partido en la segunda parte.
La primera ocasión del encuentro fue un córner que sacaron en corto los ingleses sin crear peligro. España lo intentó, sobre todo, por las bandas, con Grimaldo y Bustos, y en el minuto 10 Borja no llegó a rematar un centro y botó, acto seguido, un córner al primer palo que remató Calero pero sin ver puerta. A partir de ese momento, la selección inglesa fue el combinado que más peligro creó en el terreno de juego. El guardameta Rubén Blanco, al igual que lo hiciera en el segundo encuentro contra Ucrania, se convirtió en uno de los protagonistas de los primeros cuarenta minutos tras varias decisivas intervenciones con la mano y con el pie que lograron frenar las jugadas ofensivas de los de Peacock. Las faltas laterales y los córner fueron las jugadas que trajeron mayor peligro a la portería y defensa española.